Según uno de los estudios más recientes, el 70% de los perros analizados padece síntomas o tiene tendencia a sufrir ansiedad, un número considerablemente alto. Ahora bien, ¿qué se puede hacer, desde la alimentación de estas mascotas, para reducir sus niveles de ansiedad?
En este artículo te contamos si existe la posibilidad de reducir el estrés y la ansiedad en las mascotas a través del alimento y cómo se puede implementar.
Primero: ¿qué es lo que les causa ansiedad a los perros?
Hay que recordar, primeramente, que un perro puede padecer ansiedad por varias razones, entre ellas: La separación de sus dueños (aunque sea por una jornada laboral de 8 horas).
La fobia a los ruidos fuertes, como es el caso de aspiradoras, tormentas eléctricas o los fuegos artificiales. Si el perro tiene un trauma que relaciona a un sonido, también se pondrá más ansioso cuando escuche ese ruido o uno similar. La ansiedad social, que se manifiesta cuando hay más personas de las que está acostumbrado, y puede reaccionar o bien con timidez o con violencia.
En el caso de las mascotas, y especialmente de los perros, son animales que aprenden a través de la experiencia, por lo que se puede trabajar en brindarles experiencias con las que aprenda a lidiar con esos elementos que le disparan la ansiedad. Aun si un perro tuvo una situación traumática se podrá revertir la ansiedad que siente al escuchar, ver o percibir determinado elemento u objeto, aunque necesite un poco más de tiempo y dedicación.
Ahora bien, la gran pregunta que nos concierne es: ¿puede el alimento influir positiva o negativamente en los niveles de ansiedad? Nosotros tenemos la respuesta: si la dieta de un perro es la adecuada, puede mejorar y disminuir significativamente los niveles de ansiedad y estrés.
Más bien como un tratamiento holístico, que contempla al animal de una manera integral y no solo desde un punto de vista neurológico o psicológico, la alimentación es un factor que puede disparar o reducir la ansiedad y el estado de alerta de un animal.
¿Qué se puede hacer, desde la industria, para ayudar a reducir los niveles de ansiedad?
Diversos estudios han probado la efectividad de algunas implementaciones en el alimento. A continuación, te las enumeramos, para que las evalúes y, tal vez, producir una nueva fórmula de pet food antiestrés.
Aumentar el L-triptófano
Es un aminoácido generador de la serotonina, un neurotransmisor especialmente involucrado en el control de conductas como la agresividad y la ansiedad.
Un aumento en la alimentación de los niveles de L-triptófano traerá, por consecuencia, una mayor síntesis y utilización de serotonina, lo que deriva en estados emocionales más estables. Este resultado se ha probado tanto en perros como en gatos.
El L-triptófano se puede encontrar como un suplemento añadido o en alimentos como las lentejas y los garbanzos, y su disponibilidad depende de la competencia con otros aminoácidos para su transporte sanguíneo.
¿Qué es lo que provoca este aminoácido? En palabras simples: una sensación de relajación.
Aumentar la alfa-casozepina
Este suplemento surge de la hidrólisis de la caseína, la principal proteína de la leche. Su función es potenciar el GABA, principal neurotransmisor inhibitorio del sistema nervioso central, que participa en:
La inhibición de la actividad neuronal.
La gestión del comportamiento, la cognición y la respuesta corporal frente al estrés.
El control del miedo y la ansiedad cuando sucede sobreexcitación neuronal.
Su efecto principal, es similar al de un ansiolítico, pero sin los efectos adversos, y por lo general se utiliza en conjunto con el aminoácido L-triptófano.
Reducir la proteína de la fórmula
Esta puede ser una alternativa para fabricar alimentos que ayuden a reducir la ansiedad.
Como te comentamos anteriormente, la serotonina es un neurotransmisor que tiene un efecto relajante. Reducir el consumo de proteína impacta en la producción de serotonina, por lo que se aumenta esa sensación de calma y/o relajación.
Esta reducción proteica impacta positivamente también en la disponibilidad y absorción del L-triptófano.
Aumentar las vitaminas
La deficiencia de ciertas vitaminas puede derivar en un desequilibrio psicológico en los perros. Podés tener en cuenta y evaluar aumentar la dosis de las siguientes vitaminas, si estás evaluando hacer o mejorar la fórmula del alimento antiestrés.
La falta de vitamina A deriva en cansancio y ansiedad física y mental.
La vitamina E mantiene en condiciones las habilidades cognitivas y previene la ansiedad.
Las vitaminas B1, B6 y B12 aportan al equilibrio mental de los perros.
Hasta acá hemos visto todos suplementos que se pueden incorporar al pet food para potenciar su función antiestrés, pero ¿existen alimentos naturales que tengan un efecto 'calmante' en los perros?
Sí, existen, y acá te contamos los que tienen un mayor beneficio:
-Arándanos: los arándanos aportan muchas vitaminas, minerales y antioxidantes adicionales, lo que puede ayudar a disminuir los efectos del estrés.
-El kale (o col rizada), la acelga, la espinaca y las verduras de hoja verde en general contienen un nivel alto de vitaminas A, B6, C y K, calcio, magnesio, cobre, potasio y hierro. El kale en específico también es una gran fuente de fibra, antioxidantes, fitonutrientes y carotenoides.
-Batatas: es uno de los alimentos más saludables del mundo. Tiene antioxidantes, vitamina E, A, B6 y C, calcio, hierro, ácido fólico, potasio, cobre, tiamina y hierro. El potasio ayuda especialmente a mantener el equilibrio de líquidos y electrolitos, lo cual impacta positivamente en la reducción de la ansiedad.
-Carne de Res: se la considera un antidepresivo natural por su contenido de vitamina B, ácido fólico y ácido pantoténico (vitamina B5), que son excelentes para el control de la ansiedad. La vitamina B5, particularmente, permite la producción de hormonas antiestrés en la glándula suprarrenal, que controla la liberación de cortisol.
-Pavo: es una gran fuente de L-triptófano, el aminoácido precursor de la serotonina que te presentamos anteriormente.
Entonces, ¿Qué podemos hacer desde la industria?
Desde nuestra industria, lo mejor que podemos hacer es focalizarnos en crear y mejorar continuamente fórmulas de alimentos adaptadas a las necesidades de estas mascotas, que son, lamentablemente, cada vez más.
Es importante también que, si ya tenés un alimento antiestrés o antiansiedad, informes a los dueños y consumidores que, si bien es un factor fundamental, no es suficiente; se puede aprovechar, una vez más, el packaging del alimento para concientizar y generar, asimismo, una marca más sólida, respetable y conectada con sus consumidores.
En Resumen
Un alimento para perros con una fórmula especialmente ideada para reducir los niveles de estrés no curará al animal que padezca ansiedad. Aun así, puede ayudar a disminuir significativamente el comportamiento y otros inconvenientes resultantes de la ansiedad y el estrés. Si, desde nuestro lugar, nos ocupamos de informar la importancia de combinar un alimento adecuado con un programa de mejora de conducta, las mascotas, quienes esperan por nuestro alimento cada día, padecerán menos estrés y serán más felices.
fuente: All Extruded, con All Pet Food (por Maria Candelaria Carbajo)